LOU MARINOFF – Un judío positivamente diferente.
Fue por casualidad,
que me deparé con una obra por demás didáctica, contundente, objetiva de
principio a fin, y muy valiente. Se sabe que, para escribir este tipo de
libros, el autor debe poseer estas virtudes y cualidades excepcionales, de lo
contrario nunca podría plasmarla en una obra literaria. Tal vez, sí podría
escribirlas, pero jamás transmitirlas, y Lou lo logra, sin lugar a dudas.
A mediados del mes de
agosto de 2014, me encontraba en una librería de mi ciudad natal (Montevideo –
Uruguay) buscando un libro que deseaba obsequiarle a una de mis nietas en su
cumpleaños nro.11. En esa búsqueda, descubrí el libro intitulado “El ABC de la
Felicidad”, (A, por Aristóteles; B, por Buda y C, por Confucio). De no haber
leído la contratapa, jamás lo hubiera adquirido. Cabe destacar, que el título
original es The Middle Way (El Camino del Medio), tan coherente como las 708
páginas que lo componen. Debo aclarar, que no fue esta obra la que le obsequié
a mi nieta.
No cometeré la
injusticia, de dar a entender que el señor Marinoff es el único escritor de
origen judío que goza de virtudes altamente positivas, aunque sí, es el que más
me impactó – destaco su origen, para recordarle a los no-judíos que esta
colectividad no es diferente a las miles de colectividades que habitan la Aldea
Global: también posee extremismos socio-políticos. Aún no tuve oportunidad de
leer otras de sus obras, pero ésta en especial, me ha informado, educado y
reafirmado decenas de puntos de vista propios, que, como a Lou normalmente le
sucede, en gran parte van a contra-mano del pensamiento de la mayoría de la
sociedad contemporánea.
Por ser yo, un
idealista de izquierda – izquierdista en el sentido primario del adjetivo: a
favor de la clase trabajadora – no voy a negar que, en ocasiones, me indigné
con los ataques que el autor se empeña en hacerle a esta filosofía política en
reiteradas veces. Cuando me descubrí alegrándome al leer las críticas y ataques
que también le hacía a la derecha política, comprendí que debía leer este
magnífico libro con la mente fija en el middle
way - camino del medio. A partir de ahí, suspendí la lectura ya comenzada,
y volví a la primera página, con el enfoque neutro y equilibrado que enseñan
los filósofos A-B-C.
Resultado de imagen para buda el camino del
medio
"Sumando las
virtudes de un extremo, con las del otro, obtenemos el Camino del medio"1
Como muy bien lo
destaca, y afirma más de una vez Lou Marinoff, el posmodernismo está
deconstruyendo todo aquello que hasta no hace mucho tiempo, nos enorgullecía
como especie racional, evolucionando cultural, intelectual y socialmente. Están
ganando terreno, al destruir idiomas que se fueron perfeccionando a través de
muchos siglos; han logrado que los valores elementales morales y éticos, se
contaminaran a través de la Educación y de los medios de comunicación de masas;
cuando cita el juego innato de los niños, no puedo dejar de comparar los juegos
de mi niñez (nos fabricábamos nuestros propios
juguetes, inventábamos nuevos juegos, creábamos nuestras propias normas
de juegos <uso de la creatividad, ejercicio mental>, y todo eso siempre
en colectividad infantil. Cuando nos juntábamos a toda hora, ya estábamos
haciendo sociedad, con armonía y democracia), con los juegos de los niños del
siglo XXI: aislados entre sí, dominados por la cyber- tecnología… no puedo más
que avizorar un futuro cercano involucionando intelectualmente, anárquico y
degradante. Tan es así, que actualmente, cuando recomiendo esta obra a personas
jóvenes, me dan a entender que no lo leerán porque “Tiene muchas páginas”. El
posmodernismo está matando el noble hábito de la lectura.
Personalmente,
considero un gran descubrimiento: Todavía quedan filósofos valientes, que no se
rinden en su lucha contra el deconstruccionismo; que nos educan a través del
positivismo, el humanismo, la realidad objetiva y la racionalidad (Lou nos pone
a pensar, a hacer buen uso de nuestras neuronas, alejándonos de los
extremismos, que no son otra cosa que tumores sociales malignos).
1 Reflexión propia.
*
Walter E. Carena
Twitter:
WCarena